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El marquesado de Guadalcanal es un título nobiliario español creado por el Rey a favor de Don Antonio Fontán Pérez, primer presidente del Senado de España, tras el restablecimiento de la democracia. Para la concesión del título, Su Majestad tuvo en cuenta la destacada labor de Don Antonio en el mundo de la Universidad, el periodismo y la política.
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Don Antonio Fontán Pérez pidió en su testamento que bajo el nombre de Marqués de Guadalcanal se continuaran o apoyasen actividades de promoción de la cultura, en la línea que S.M el Rey tuvo en cuenta al concederle a él y sus sucesores el referido título. Para ello, hemos puesto en funcionamiento una Fundación con ese nombre, como forma de encauzar las
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muchas actividades que requerirá cumplir con el mandato testamentario.
Una primera vía de actuación es el publicar las obras inéditas existentes en su archivo, para lo cual hemos iniciado contactos con la Universidad de Navarra legataria de los originales. Hay obras terminadas, otras casi, y algunas a medias, todas las cuales exigirán encomendar a alguna persona su terminación.
En una línea paralela, existen publicaciones unitarias de Don Antonio que sería oportuno publicar de forma conjunta, como el caso de las estrenas de Navidad o algunos artículos periodísticos. A tal efecto, hemos contactado con la Fundación Studium, legataria de los derechos de autor, para coordinar esas publicaciones.
El mismo Don Antonio Fontán es objeto de estudio, existiendo en marcha varias tesis doctorales sobre su figura. Creo que es un deber nuestro el apoyar esas investigaciones, para que se pueda conocer mejor la amplia tarea y personalidad del primer Marqués de Guadalcanal. Y abrir el campo a todo el que quiera conocerlo o investigar sobre él, a cuyo efecto ponemos en marcha esta web en la que aspiramos que con el tiempo esté accesible toda la información y documentación disponible.
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De cara al exterior, era una preocupación de Don Antonio el potenciar los estudios clásicos, en los que él se formó, para poder transmitir a las generaciones futuras el conocimiento de la Antigüedad. Igualmente, dedicó mucho tiempo a formar periodistas y futuros políticos, y a defender la libertad de prensa.
Para todo ello se podría pensar en la creación de una Cátedra Antonio Fontán, vinculada a alguna Universidad, que tenga como fin la defensa de la libertad de prensa, los principios y valores históricos del humanismo grecolatino y cristiano que definen la civilización occidental, y la formación de la clase política.
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Finalmente, a Don Antonio le preocupaba la función del periodismo y su influencia en la política, por lo que, entre otras cosas, se ha pensado instituir unos coloquios y encuentros sobre política y periodismo y se ha creado un premio de periodismo político anual, cuya primera edición ya se ha convocado.
Es una amplia labor, pero creo que entre todos los amigos y admiradores de Don Antonio la podremos llevar adelante.
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