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| Entregado el IV Premio de Periodismo Político Antonio Fontán a Mario Vargas Llosa. (06/10/2014) |
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AUDIO DEL ACTO DE ENTREGA DEL IV PREMIO DE PERIODISMO POLITICO ANTONIO FONTAN
El pasado martes 30 de septiembre el escritor y Premio Nóbel Mario Vargas Llosa recibió el premio ANTONIO FONTAN de periodismo político.
El acto se celebró en la sede de la Fundación Pastor, calle Serrano 107, a las 19,30 horas, y en él intervinieron los anteriores premiados Ignacio Camacho y Valentí Puig. |
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El artículo galardonado se publicó el 22 de septiembre de 2023 en EL PAIS, y lleva por título “El derecho a decidir”. En él autor sostiene que los españoles se dieron por una mayoría abrumadora una Constitución que establece que la soberanía corresponde el pueblo español en su conjunto, y que la propuesta catalanista es solo aparentemente democrática, ya que no respeta las leyes establecidas para todos. El triunfo de la opción separatista seria una catástrofe para Cataluña y para España. Y considera que hace falta desmontar tantas inexactitudes, fantasías, mitos y mentiras, porque la independencia se presenta como la solución a todos los males. Y termina diciendo que nunca en España ha habido tanta libertad para las culturas regionales.
La Fundación MARQUÉS DE GUADALCANAL convoca anualmente los Premios ANTONIO FONTÁN de Periodismo Político, para reconocer trabajos publicados en prensa, radio, medios audiovisuales o nuevos medios, relacionados con la defensa de los valores de la libertad, la justicia, igualdad, el pluralismo político, la residencia de la soberanía nacional en el pueblo español y la Monarquía parlamentaria.
DISCURSO DE VALENTÍ PUIG
vargasllosa/valentí puig/300194/
Con el Premio Fontán de periodismo político a Mario Vargas Llosa celebramos una vez más aquel saber ser libre que es una de las virtudes clásicas, un saber moral tan vinculado a la Fundación Pastor y un saber que don Antonio Fontán preservó de modo magistral. Y en esta Fundación Pastor y con la presencia permanente de Antonio Fontán uno está obligado a recordar que, en virtud del mérito y la excelencia, las élites creativas tienen el deber y el honor de preservar esa noción de libertad. Los enemigos de la sociedad abierta son muchos y cuando ni tan quiera hemos identificado al más reciente, aparece otro, más artero, como esos virus que se crecen para ir sobreviviendo al antibiótico más potente. Su constante identificación es el empeño de Mario Vargas Llosa, IV premio Antonio Fontán de periodismo político. De lo contrario, reharíamos el oscuro trayecto que lleva de los destinos abiertos del ser humano al túnel colectivista y sus numerosos sucedáneos.
En sustitución del noble patriotismo, los nacionalismos logran su consumación cuando consiguen convertirse en populismos. Esos populismos se nutren de paranoia histórica, de exclusión y de una inflación falaz del lenguaje, de la palabra despojada de su semántica real. Dice Vargas Llosa en su artículo, “El derecho a decidir”, IV premio Antonio Fontán de periodismo político, que el nacionalismo no es una doctrina política sino una ideología, y que está más cerca del acto de fe en el que se fundan las religiones que de la racionalidad que es la esencia de los debates de una sociedad abierta. Sabemos también que así se opaca la transparencia sin la que no hay razón civil. Así se obstruye la fiscalización del poder, en nombre de una legitimidad que se pretende por encima del imperio de la ley. Cada día se hace más urgente el saber ser libres.
En “La civilización del espectáculo”, Mario Vargas Llosa se ha preguntado por qué la cultura ha llegado a banalizarse tanto, porqué la alta cultura ha sido abolida por la cultura como entretenimiento. Observa la gran confusión de nuestro tiempo, las derivas audiovisuales que vulgarizan y deterioran, frente a una razón de ser de la cultura que consistía en buscar respuestas a las preguntas sobre significados. Sobre palabras como espíritu, ideales, placer, amor, solidaridad, arte, creación, belleza, alma, trascendencia. Por el contrario, la cultura como entretenimiento es un mecanismo que permite ignorar los asuntos problemáticos. Se suma a la degradación del arte y la dimisión de las élites.
De este modo, erosionar el pluralismo crítico llega a ser un método político. Esta es la nueva política de masas, que tiene a su favor la simplificación mediática y esa tierra de nadie de las redes sociales y el ciberespacio. El chip genera libertad y a la vez transmite propaganda. Los nuevos califatos plantan sus videos sanguinarios en “you tube”. El chavismo se expande. Esas son las amenazas a la libertad que Vargas Llosa conjura con lucidez y claridad en sus artículos. Escribir en los periódicos también consiste en saber ser libre.
En la obra ensayística de Varga Llosa se refleja la amenaza de tantos deslizamientos de la libertad. De las preguntas que uno se hacía ante un Muro de Berlín que –según suponíamos- estaba allí hasta quien sabe cuándo, pasamos a las preguntas sobre lo que los maestros llaman contradicciones culturales del capitalismo. Por inmersión, la trivialidad impide explorar la crisis existencial de esos días nublados que Vargas Llosa analiza en tantos de sus artículos.
Para Vargas Llosa la pregunta esencial pasa de “cómo preservar la libertad” a “quién quiere la libertad”. Al mismo tiempo sería –nos dijo en su Discurso Nobel- una frivolidad sin perdón posible ignorar que la tentación totalitaria siempre está y posiblemente estará presente en algún lugar del mundo, como el nuevo autoritarismo, las democracias iliberales y el fundamentalismo islamista. Pero a la vez dijo que sin las ficciones seríamos menos conscientes de la libertad para que la vida sea vivible y del infierno en que se convierte cuando es conculcada por un tirano, una ideología o una religión. Para bien de todos, libertad y literatura coinciden casi siempre en ese punto de civilización que llamamos honor del ser humano. Ahí mismo nos aguarda Mario Vargas Llosa. ===valentí puig===
REPERCUSION DEL ACTO DE ENTREGA EN LA PRENSA
ARTICULO DIARIO LA RIOJA
BLOG ANTXÓN SARASQUETA |
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